IYAMI OSHOORONGA 2
Iyami Oshooronga es la reina del culto de hechicería, conocidas como las brujas en la religión yoruba. Pertenece al panteón yoruba, como un EEWOS . Son también conocidas como Ajogún o Ajonjún, los dignatarios de la noche y/o ancianos de la noche.
Según Ifá, es el Odú que trajo el culto de Ìyáàmi Òsòròngá a través del Odú Òsá Méjì.
Su nombre proviene de un sonido onomatopéyico de un pájaro africano, Oxorongá (Òsòròngá), un sonido onomatopéyico de donde proviene su nombre.
Conocidas como las Madres ancestrales. Quienes siguen su culto son conocidos como brujos y brujas, los cuales pueden ser buenos o malos.
Así también se conoce en la religión yoruba con el nombre sagrado a la entidad que representa el poder generador de vida femenino por excelencia.
Si hay, en el universo mitológico de los Yoruba, una criatura que inspira terror en particular, es Iyâmi Ôsôrôngà, quien vuela de noche sobre la ciudad, con las alas abiertas, en forma de uno de estos pájaros malvados – Àgbïgo, Àtiôro, Elùlù, Ôsôrôngà – cuyo grito resuena en silencio, esparciendo temor y trayendo la muerte donde se posa.
Aquellos que infringen las leyes de Ifá son castigados severamente por Ìyáàmi, manteniendo así un equilibrio en lo natural, un equilibrio que por lo demás es muy delicado, por lo que si el Babalawo no tiene la debida instrucción nada debe ser hecho en lo que concierne a Òrìsá, o a Ifá.
El poder de iyami se atribuye a las mujeres mayores, pero se cree que también puede pertenecer en ciertos casos a niñas muy jóvenes que lo habría recibido como una herencia de su madre o una de sus abuelas. Una mujer de cualquier edad también podría adquirirlo, voluntariamente o en su inconsciente como resultado del trabajo realizado por algunas Iyami en la línea del proselitismo. También habría hechiceros entre los hombres, los Osó, pero serían infinitamente menos virulentos y crueles.
Se dice que ambos son capaces de matar, pero los primeros no atacan a los miembros de la familia en cambio los otros no dudan en matar a sus propios hijos; aje puede combatir contra osó y a otras aje: en cambio, Osó rara vez ataca a otro Osó, y no puede hacer frente a los grandiosos poderes de Iyami. Es tenaz y vengativa y ataca en secreto, mientras que oso renuncia fácilmente a su acción y lo hace abiertamente El nombre de Oso está vinculado al culto de Orisha Oko, deidad de la agricultura, cuyos fieles llevan nombres con la mención Osó o So.
En el Odú Òsá Méjì se enseña y se destaca la supremacía de las Ìyámis, de su enorme poder, del control con respecto al elemento más importante y noble, la sangre, su poder de controlar y generar la vida de las maneras más extrañas. En el Odú de Ifá Ogbè Òsá se pone de manifiesto que la energía de Ìyáàmi se utiliza para lo bueno y para lo malo. Así a través de todo el cuerpo litúrgico de Ifá se va aprendiendo el estudio de la deidad;Iyamí Ochooronga.
Es la dueña de la barriga y nada ni nadie se puede resistir a sus sacrificios fatales y sobre todo cuando ella ejecuta el Ojiji, el hechizo más terrible.
RECOMENDACIONES
Cuando se pronuncia el nombre de Iyami Oxorongá (Ìyáàmi Òsòròngá) quien estuviera sentado tiene que levantarse, quien estuviera de pie hará una reverencia, pues éste es un temible Orisha (Òrìsà), a quien se debe respeto completo.
Es el símbolo del Orixá Iyami (Òrìsà Ìyáàmi), allí lo vemos en sus manos. A sus pies, la lechuza de los augurios y presagios. Iyami Oxorongá (Ìyáàmi Òsòròngá) es la dueña de la barriga y no existe quien resista a sus Sacrificios fatales, sobre todo cuando ella ejecuta el Ojiji, el hechizo más terrible.
Con Iyami (Ìyáàmi) todo cuidado es poco, ella exige el máximo respeto. Iyami Oxorongá (Ìyáàmi Òsòròngá), bruja y pájaro. Las calles, los caminos, las encrucijadas pertenecen a Exú (Esù). En esos lugares se invoca su presencia, se hacen sacrificios, ofrendas y le hacen pedidos para el bien o para el mal, sobre todo en las horas más peligrosas que son el mediodía y la media noche, principalmente esta hora, porque la noche es gobernada por el peligrosísimo odu Oyeku Meji. A media noche nadie debe estar en la calle, principalmente en las encrucijadas, pero si eso sucede se debe entrar en algún lugar y esperar pasar los primeros minutos.También el viento del que Oyá o Yansá (Oya) es la dueña, puede ser bueno o malo, a través de él se envían las cosas buenas o malas, sobre todo el viento malo, que provoca la enfermedad que la gente llama "aire del viento".
Ofurufú, el firmamento, el aire también desempeña su papel importante, sobre todo a la noche, cuando su espacio pertenece a Eleiye, que son las Ajé, transformadas en pájaros del mal, como Agbibgó, Elulú, Atioro, Osoronga, entre otros, en los cuales se transforma la Ajé-mãe, mas conocida como Iyami Oxorongá (Ìyáàmi Òsòròngá).
Traídas al mundo por el odu Osa Meji, las Ajé, juntamente con el odu Oyeku Meji, forman el gran peligro de la noche. Eleiye vuela extendida de un lado al otro de la ciudad, emitiendo un eco que rasga el silencio de la noche y llena de pavor a los que la escuchan o la ven. Se toman todas las precauciones.
Si no se sabe como aplacar su furia o inducirla hacia lo que uno quiere, lo único que queda es ahuyentarla o exorcizarla, al oír su eco, diciendo "Oyá obe l'ori" (que el cuchillo de Yansá te corte el cuello), o entonces "Fo, fo, fo" (vuela, vuela, vuela). Caso contrario, hay que tratar de agradarla, porque su furia es fatal. Si en ese momento está volando, totalmente extendida, o después de su eco aterrador, decimos respetuosamente "A fo fagun wo'lu" (saludo al ave que vuela extendida por la ciudad), o si después de gritar resuelve posarse en cualquier punto alto o en uno de sus árboles predilectos, decimos, para agradarle: "Atioro bale sege sege" (Saludo al ave que se posa elegantemente) y así una serie de procedimientos ante unos de los dueños del firmamento a la noche. Aún agradándole, no nos podemos descuidar porque es fatal, aún felicitándola tenemos que precavernos.
No sabemos el nombre real de àjé, y preferimos llamarla coloquialmente, iyami osorongà (mi madre osôrongà), o más simplemente iyami (mi madre), o eleiye (dueña de pájaros), oàgbà ou iya àgbà (la anciana, la persona de edad, la madre anciana y respetable).
Cuando estos nombres entran en la conversación es prudente tocar la tierra con las puntas de los dedos bi a ba péri akoni, a fi owo làlè (Si mencionamos a una persona de carácter violento, hacemos una X en el suelo); las personas sentadas se levantan de su asiento un breve momento como señal de respeto y humildad. Si lo hacemos durante la noche, pasamos la mano extendida a la altura de la cabeza, de un lado al otro, para que ella no se pose, lo que significaría la muerte. En fin, hay una infinidad de maneras de proceder en tales circunstancias.
A nivel anatómico es considerada la dueña del estomago del hombre, por ello mismo nada ni nadie se puede resistir a sus sacrificios fatales y sobre todo cuando ella ejecuta el Ojiji, que es el hechizo más terrible.
El Ojiji es la sombra, pero en sentido mas estricto es un secreto que encierra la trinidad del ARA-ORI-EMI. Es decir, encierra los secretos del Cuerpo Físico, La Cabeza y el Soplo de la Vida.
Ojiji u Oyiyi es la complementación de Ori en la tierra y es el encargado de irradiar la inteligencia infinita de Ifa al auro en su trabajo vive en la estera a la derecha del auro y delante suyo una copa de agua (preferible agua de lluvia) y una piedra de Kuarso adentro; periódicamente se le enciende 16 barillas de mirra o sandalo y cuando auro se riegue la leri duerme al pie de esta deidad en su cabecera con 2 itana encendidas toda la noche.
Ella es la encargada de establecer el control y el equilibrio de la naturaleza estableciendo la armonia y el orden de toda la creacion, valiendose para ello de los llamados osobu o ayeo; iku (muerte), arun (enfermedad), ofo(perdida), eyo(tragedia), entre otros; contando siempre con la ayuda de eshu.
Es amante del aceite de palma, del polvo de Osun con el cual se pinta, del eje y de los iñales, los eyin, dueña de todos los pajaros que son sus hijos y hechiceros, es sorda y ciega lo que justifica su falta de misericordia y su actitud eternamente agresiva y desafiante y al igual que en el caso de Eshu, no se obtiene nada de ellas si no se le ofrecen sacrificios, los cuales son hechos bajo rituales rigurosos y dirigidos por los Babalawos.
En sus sacrificios que son realizados bajo la noche, siempre se utiliza la luz de las lamparas de aceite o velas para que vean el ofrecimiento y el toque de campanas de bronce o hierro para que escuchen la peticion y conceda su misericordia y perdon, tornandose en este caso en la su otra fase de bondad y amor. Se dice que para ejecutar sus funciones se transforman en pajaros y van a los mas recognitos lugares para hacerlo.
PATAKKIN:
Òsá-Méjì descubrió que la mayoría de las divinidades habían marchado hacia la tierra, por lo que decidió ir y ver cómo era el lugar. Fue a los tres Awoses.
Òsá-Méjì fue aconsejado que hiciera sacrificio porque iba a practicar el arte de Ifa entre grandes hechiceros. Se le dijo que hiciera un sacrificio con un macho cabrío al Irúnmólè Èsù, una guinea a su Ifa y una paloma a su cabeza Ori. Òsá-Méjì no hizo el sacrificio debido, ya que estaba muy apurado en llegar al mundo.
Como él era uno de los dieciséis hijos de Òrúnmìlà que decidieron venir al mundo alrededor de la misma fecha, no halló el camino hacia el mundo en el momento adecuado debido al macho cabrío que dejó de ofrendar a Esù. Su ángel guardián no lo pudo guiar porque a él tampoco le hizo sacrificio. Su cabeza tampoco lo pudo salvar porque a ella tampoco le ofreció sacrificio. Por lo tanto, andaba vagando por el camino hasta que llegó al último río del cielo. Antes de cruzar hacia el mundo. En la orilla del río se encontró con la madre de los hechiceros, Ìyáàmi Òsòròngá, quien llevaba allí mucho tiempo, ya que nadie accedía a ayudarla a cruzar el río. Ella también venía hacia el mundo, pero se encontraba muy débil para cruzar el pequeño y estrecho puente sobre el río.
De esta forma, Ìyáàmi Òsòròngá le rogó que la ayudara a cruzar el río, pero el le explicó que el puente que se llamaba Ekoko no soportaría a dos personas a la misma vez.. Ìyáàmi Òsòròngá entonces le propuso a Òsá-Méjì que abriera la boca para que ella se le pudiera meter dentro. Òsá-Méjì accedió y ella buscó un lugar dentro de su estómago. Cuando él llegó al otro lado del puente, le dijo que saliera, pero ella se negó alegando que su estómago constituía una morada adecuada para ella. Habían comenzado los problemas de Òsá-Méjì con la hechicería. Cuando ella se negó a salir del estómago, Òsá-Méjì pensó que podía engañarla diciendo que moriría de hambre dentro de su estómago, pero ella respondió que no moriría de hambre mientras él tuviera un hígado, un corazón e intestino, ya que esas eran sus comidas predilectas. Òsá-Méjì comprendió el problema que enfrentaba cuando la mujer le mordió el hígado. Entonces Òsá-Méjì extrajo sus instrumentos de adivinación y llamó a Ifa para salir del aprieto. Ifa le dijo que hiciera sacrificio
inmediatamente con un chivo, una botella de aceite y tela blanca, lo cual él sacó rápidamente de su Akpo Mínijekun. Enseguida cocinó el hígado, el corazón y los intestinos del chivo y le dijo a Ìyáàmi Òsòròngá que había comida lista para ella. Cuando la mujer olió el invitador aroma de la comida, salió de su estómago. No obstante, ella le dijo que le estaba prohibido comer delante de nadie. Entonces él hizo una tienda con la tela blanca y ella se metió dentro de la misma para disfrutar de la comida. Mientras ella comía, Òsá-Méjì se alejó corriendo y rápidamente buscó un útero donde introducirse y venir al mundo.
Ìyáàmi Òsòròngá terminó de comer e inmediatamente comenzó a buscar a Òsá-Méjì por los alrededores, pero no lo pudo encontrar y con furia comenzó a gritar el nombre de él Osasa, Osasa, Osasa, convirtiéndose en el grito de los hechiceros hasta el día de hoy.
Ìyáàmi Òsòròngá aún se encuentra buscando a Òsá-Méjì.
Nota: Estudios recopilados