¿POR QUÉ LA MUJER NO PUEDE VER IYAODU?
Uno de los mayores secretos del culto de Ifá es lo que se dice acerca de IgbaOdu, o IyaOdu, Igbá-Odù (Odù-logboje) o la calabaza de la existencia, ya que de ella emanan todos los demás Odùs. Cuenta un itan que cuando Ọ̀rúnmìlà llegó a su casa, donde vivía con sus esposas mayores y con ella, sintió que algo terrible había sucedido, no podía encontrar a ninguna de sus esposas. Los llamó en vano porque no había nadie que respondiera. Ọ̀rọ̀ mọ̀dímọ̀dí no salió de su habitación. que estaba oscuro. Ọ̀rúnmìlà entró solo para encontrar los cuerpos de las mujeres apilados uno encima del otro en la puerta de Ọ̀rọ̀ mọ̀dímọ̀dí. Cuando se dio cuenta de que todos estaban muertos, el dolor se apoderó de él. Gritó y acusó a Ọ̀rọ̀ mọ̀dímọ̀dí de introducir la agonía en su casa, diciendo:
Oro, no he hecho alianza contigo hasta la muerte.
Ni cambié por tener aflicción
Y no amanecí contigo que mi casa se quemaría
Cuando Ọ̀rọ̀ mọ̀dímọ̀dí escuchó esto, simplemente respondió así:
Es verdad que no te aliaste conmigo hasta la muerte.
Y que no hiciste ningún trato por la aflicción
¡Pero tampoco me dijiste que la luz sería dirigida para mirarme a la cara!
Así fue como Ọ̀rúnmìlà supo que las mujeres de su familia fueron las que trajeron luces a la habitación de Odu para mirar su rostro con desafío. Eso fue lo que la provocó a atacarlos.
Las hojas de Ọ̀dundun son gruesas al tacto.
las hojas de Tẹ̀tẹ̀rẹ̀gùn son largas y de apariencia grande
Si miras a Adẹ́tẹ̀. Las hojas de cacto
Y mira las hojas de Ọ̀dundun
Se ven exactamente iguales
Estas fueron declaraciones de Ifá para Ọ̀rúnmìlà
Cuando fue a casarse con Ọ̀rọ̀ mọ̀dímọ̀dí
La descendencia de Olówu Ṣàkoorogbále
Se le aconsejo que ofreciera ebo
Ọ̀rúnmìlà comenzó a cantar y su música se convirtió en un canto de lamentación, dijo:
Ọ̀rọ̀ mọ̀dímọ̀dí, no he hecho alianza contigo para la muerte
Ni cambié por tener aflicción
Y no amanecí contigo que mi casa se quemaría
Es verdad que no te aliaste conmigo hasta la muerte.
Y que no hiciste ningún trato por la aflicción
¡Pero tampoco me dijiste que la luz sería dirigida para mirarme a la cara!
Su importancia en el culto de Ifá es tal que no hay iniciación de odu sin ella, pero ninguna mujer puede verla, ni siquiera en su iniciación e Ifá dice que pase lo que pase ninguna mujer debe poder ver a Odù o poseer a Odù. Era la misma Odù, una compañera femenina, quien había decretado no ser vista por ninguna mujer.
